Cindy Sherman es una de las representantes más importantes de la fotografía de posguerra en Nueva York, exhibió más de tres décadas de trabajo en el Museo de Arte Moderno.
Artista, fotógrafa, directora de cine estadounidense Al girar la cámara hacia sí misma ,no con la intención del autorretrato, sino como un vehículo para una variedad de temas del mundo moderno: el papel de la mujer, el papel del artista y más.
A través de una serie de diferentes obras , Sherman ha planteado difíciles e importantes preguntas sobre el papel y la representación de las mujeres en la sociedad, los medios de comunicación y la naturaleza de la creación del arte consiguiendo ser una de las fotógrafas más respetadas del siglo XX,
Sherman se dio a conocer como fotógrafa había muchas mujeres artistas cuyo trabajo respondía a la mirada lasciva de un público masculino. Cindy ha sido siempre una artista del ocultamiento, disfrazándose desde mediados de los setenta para emular fantasías pop. El desnudo no formaba parte de su trabajo a pesar de que en los años ochenta, tras los éxitos de sus fotogramas, adoptó en su fotografías pechos sintéticos y vulvas artificiales que añadían un divertimento vicioso a la fantasía masculina. Quizá se piense que las fotografías de Sherman son arbitrarias; su efecto teatral respondería a su naturaleza esencialmente artificial. Vistas de este modo, las imágenes pierden su extravagante intensidad y se convierten en pura crítica a la femineidad tal como Hollywood la representa.
El artificio es una estratagema importante en los trucajes de Sherman, que también intenta expresar la verdad de la pose. Esto crea una dialéctica, presente de una manera más poderosa en sus primeros trabajos. Como veremos, en su última obra la artista sucumbe al rencor y a una visión negativa de la mujer. Sherman conjuga la verdad y el artificio al mismo tiempo. Hace hincapié en el momento que surge cuando una mujer ya no sabe si está interpretando un papel o revelando su propio ser.
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