lunes, 4 de marzo de 2019

Entrevista a María Carmen Oliver Pau

 

- ¿Qué es lo que te empujó a querer ser vista como artista o creadora?

Buenos días, en mi caso, no elegí querer ser vista como artista, sino que era una necesidad para sobrevivir en un entorno hostil donde crecí y donde no tenía un espacio propio ni una identidad reconocida. Dibujar era una manera de crecer, explorar y disfrutar en algo que nacía de mí, algo que los demás no tenía el poder de anular.

Para mi el arte era una tabla de la que poder tomar aire, disfrutar de la belleza y crearla en un mundo muy angustioso, sin ser comprendida, pero ese espacio que creas, tiene sentido para ti.

Así que sin darme cuenta me eduqué para apreciar las cosas más simples, y ver la belleza donde nadie miraba, de manera que valoraba los efectos de la luz, las texturas, los colores, las formas.

Creo que el arte debe vivirse, y puede considerarse también como una percepción diferente de tu entorno y de la manera de vivirlo, y una fuerte introspección hacia tu espacio interno.



- ¿Cuál crees que es el artista que te empujó a pintar o crear arte?

Como empecé desde muy pequeña, no hubo ningún artista que me empujara, pero sí puedo decir que disfrutaba de las animaciones y películas.


- ¿Para qué crees que el mercado del arte en España está como está?

Realmente no estoy al tanto de ese tema. Pero me aventuraré a decir que el artista si no está bien organizado y enfocado al terreno comercial y a veces con un buen padrino o con reconocimiento en el extranjero, parece ser que vive en anonimato.

Se le cierran muchas puertas si no ha destacado, y aún en el caso de destacar, debe encontrar organismos que le acepten y le permitan mostrarse.

Se a puesta por gente ya consagrada y con miras algo cortas. El artista en realidad abarca muchos terrenos a parte de una estética, también hay enfoque sobre la concepción del mundo, elementos psicológicos y socioculturales, es muy rico y variado y a veces todo esto omitido o malinterpretado en un museo de cosas bien puestas.

El propio sistema capital, es un sistema de consumo que desgasta y enmarca las cosas quitándole gran parte de su sentido de ser.

El mercado está enfoca posiblemente hacia esa visión consumista donde las cosas que tienes, son una prolongación de tu identidad apropiada para mostrar quién eres.

En mi humilde opinión, el arte vivo y hacia donde debería enfocarse el mercado es hacia la pluralidad y estar más próximo a la gente de a pie no solo mostrarse en museos vivir el arte en acciones callejeras, aperturas de actos, intervenciones urbanas, actividades en los sistemas educativos y asociaciones de salud ofreciendo una fuente de enriquecimiento y desahogo emocional y perceptual para el crecimiento personal. En el terreno económico social, el arte y diseño deberían tener una plataforma que aporte soluciones y mejoras en las empresas, porque la mente creativa genera respuestas divergentes muy necesarias en un terreno tan desgastado como lo es la globalización económica. También en las instituciones culturales deberían abrir caminos a gente que permanece en el anonimato siendo que tiene mucho ofrecer.


-Un escritor muchas veces se transforma en su personaje para escribir, ¿Te ocurre igual al crear tu arte?

Sí, por eso temo cuando pinto algo que no es hermoso y mágico, sino que se basa en mis vivencias más desgarradoras, en ese caso no percibo un dejar ir, sino un reafirmar una herida abierta.


-Un músico o un bailarín interpreta partituras o coreografías de otros creadores, ¿Es tu caso cuando pintas?, ¿Te consideras una pintora? ¿O creadora?

En mi caso nunca me gustó copiar algo ya está, no le veo ningún sentido, pero si se me pide, puedo reinterpretar y ahí respiro un poco al poder decir algo por mí misma.

De cualquier manera, el arte es creación porque partes de materiales que transformas en algo que antes no había. Grandes artistas crecieron copiando a los maestros, luego ya crearon su propio lenguaje y visión.

Prefiero valorar el arte de ese artista y yo hacer mi propia obra.

Desde pequeña, siempre me enfrentaba a un folio en blanco y creía ver una imagen por descubrir, cuando modelaba, partía de un concepto o cúmulo de emociones, y cuando tallaba piedra, entablaba un diálogo para casar la forma que percibía en ella.

Supongo que me veo más como creadora, y por ello, sufro cuando no tengo esa chispa viva. También se viven crisis creativas que podrían entenderse como el dolor del parto que es antes de crear. Imagina que estas en una conversación y hay algo muy decisivo que debes decir, pero no encuentras las palabras y es vital poder expresarlo. Si a esto le sumas que te afecta al día a día, el proceso creativo a veces puede ser muy doloroso otras veces es un fluir divertido donde la inspiración y la visión clara hacen que crees más allá de lo que te creías capaz.

Creo que el artista en ese punto es como si se conectara a la nube o lo que algunos autores llaman el subconsciente colectivo. En ese punto, accedes a bloque de información, en mi caso me pasó a la hora de crear instrumentos de cuerda, descubrí cosas sobre las cajas de resonancias y otros elementos y mi mente bullía, podía imaginar también instrumentos de viento y curiosamente luego descubrí que algunos ya existieron en épocas antiguas y que ahora están olvidados.

-Gracias María Carmen Oliver Pau.




Arte Necesary

Este es un proyecto para mantener vivo el Arte.
Ana Auñón Gestor Cultural y Critico de Arte