lunes, 2 de diciembre de 2013

Cine de animación

Pensar en cine de animación y pensar en Walt Disney es casi una obligación ya que  desde 1937 hasta 1985 fue implantando entre los gustos del público, especialmente entre los más pequeños y es el creador americano predilecto incluso más allá del propio país.
La idea de recrear la ilusión del movimiento con una serie de dibujos es más antigua que el nacimiento del cine, se remontan a la prehistoria, en la que, mediante pinturas rupestres, se intentaba expresar movimiento. Descubrimientos en Egipto y en Grecia corroboran esta tendencia a representar diferentes fases del movimiento en su arte.
El primer intento que se conoce de una animación mediante la proyección de imágenes data de 1640, cuando el alemán Athanasius Kircher inventó el primer proyector de imágenes, la «linterna mágica», en la que, mediante grabados en cristales, era capaz de proyectar diferentes fases consecutivas del movimiento. En una de sus proyecciones representaba a un hombre mientras dormía, abriendo y cerrando la boca.

El incipiente mundo de la animación estuvo estancado hasta 1824, cuando Peter Mark Roget descubrió el principio de persistencia de la visión.


Demostraba que el ojo humano retiene la imagen que ve durante el tiempo suficiente para ser sustituida por otra, y así sucesivamente, hasta realizar un movimiento completo, como se ve en su «taumatropo».
Aunque fueron muchos los inventos nacidos a la sombra del principio de persistencia de la visión, ninguno pasó de la categoría de juguete hasta la llegada del «Phenakistoscopio» de Joseph Antoine Plateau, en 1831, en el que conseguía plasmar un movimiento completo mediante el uso de dibujos.
Entre las bases del origen de la animación está el mismo juego de sombras y la proyección de siluetas de papeles recortados 
creados por la cultura china.


Émile Reynaud, se considera padre del cine de animación, inventó el praxinoscopio, uno de los muchos juguetes ópticos de la época, en el cual se utilizaba una técnica pre-cinematográfica de animación. 
Posteriormente lo perfeccionó con su teatro óptico, que permitía proyectar películas animadas dotadas de argumento en una pantalla para un público y, acompañadas de música y efectos sonoros, mantuvo un espectáculo de dibujos animados desde 1892 hasta finales del siglo XIX. De su producción, en la actualidad se conserva ¡Pobre Pierrot!, de 12 minutos de duración.
Después Émile Cohl, que desde 1908 realizó los primeros
cortometrajes de dibujos animados, entre los que se destaca Fantasmagorie, 
de un minuto y veinte segundos de duración. 
Otro pionero fue George Méliès, el cual utilizó en sus filmes abundantes efectos realizados con técnicas de animación.

En Europa, Francia ha destacado en los cortometrajes la productora Folimage; en largometraje, el éxito de Kirikú y la bruja de Michel Ocelot ha abierto el camino para un número creciente de películas de ambiciones y calidad notables: Las trillizas de Belleville de Sylvain Chomet, Corto Maltese: La cour secrète des Arcanes de Pascal Morelli, La prophétie des grenouilles de Jacques-Remy Girerd, etc. En adición y como largo más destacable se halla la película el planeta salvaje dirigida por René Laloux está considerada como uno de los grandes clásicos de la animación.

En Reino Unido, la productora Aardman Animations (dedicada principalmente a animación con plastilina) se hizo popular a ambos lados del Atlántico con sus cortometrajes, lanzándose a la producción de largometrajes con Evasión en la granja del mismo director.Comienza la animación independiente, con el estudio Bolexbrothers, y los cortometrajistas Barry Purves, Phil Mulloy y los hermanos Quay. 
Nuevas generaciones de animadores de los países del Este han mantenido viva su tradición, casi exclusivamente en cortometrajes, entre los que destacan: los rusos Garri Bardin, Aleksandr Petrov y Konstantin Bronzit; los checos Aurel Klimt (con  Fimfarum) y el veterano Jan Svankmajer, el polaco Piotr Dumala, los letones Priit Pärn y Priit Tender y la Escuela Checa de Animación, con Jiří Trnka.

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Ana Auñón Gestor Cultural y Critico de Arte