Estas son palabras de un profesor y critico de arte dichas en 1º de licenciatura hace casi una década.
Recientemente otro profesor, artista, cronista de arte y critico, comento que le gustaba mantenerse en la marginalidad
Definamos pues el termino. Jean Dubuffet fue uno de los primeros artistas en reconocer e impulsar de una manera activa el arte que se encuentra fuera del sistema y de los círculos artísticos establecidos. Dubuffet va más allá de las pre suposiciones estéticas tradicionales, estando convencido de que el arte no debe estar sujeto a unas reglas convencionales, del tipo que sean, que impidan o alteren la expresión de las emociones.
Sus creencias le llevan a definir el art brut, que acoge manifestaciones artísticas de carácter personal al margen del mundo oficial del arte realizadas principalmente por marginados, callejeros, pacientes con problemas psíquicos, prisioneros, etc.
Se podria decier que el arte marginal es el producido por aquellos que están fuera de los circuitos oficiales de
educación, difusión y valoración del arte.Tambien enfermos mentales e individuos marginales pero con sensibilidad y producción artística.
A lo largo del siglo XX este tipo de creaciones ha despertado el interés de artistas profesionales, .
A pesar de no haber un criterio unánime sobre este tipo de producciones sí que existe una progresión hacia una mayor valoración y un grado mayor de integración de las creaciones marginales en el engranaje general de lo artístico.
Es especialmente en las corrientes de vanguardia preocupadas por las relaciones entre la creación artística y el yo donde se aprecia el desdibujamiento de los límites entre el arte marginal y el profesional.
Con el tiempo, este tipo de arte, en general poco valorado y entendido, se ha introducido con éxito en el mercado.
Con frecuencia se aprecia en los catálogos de las grandes casas de subastas aparecer una que otra obra de los representantes más emblemáticos, hombres y mujeres simples que nunca imaginaron que sus trabajos alcanzarían siderales cifras de dinero.
Ana Auñón
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